Querido amigo y amiga:

Un suscriptor nos pregunta desde Australia: "¿Podría explicar el significado de las palabras de Jesús registradas en Mateo, a propósito de Pedro como siendo la roca? Muchos cristianos creen que eso demuestra que Pedro fue el primer papa". Así respondemos:

Hay dos palabras en el original (Mateo 16:18), que no se deben confundir. "PETROS" es el término griego para referirse a un guijarro, canto rodado o piedra diminuta de las que se encuentran en el fondo de los ríos. ¡Nunca la emplearías como fundamento de un edificio! Ese es el nombre que Jesús dio a Simón al encontrarse con él por primera vez (Juan 1:42). Jesús conocía desde el principio el carácter inestable de Simón. Al llegar a los días de Mateo 16, estando cercana la crucifixión, Pedro se había hecho notorio por su carácter presuntuoso e imprevisible, haciendo bueno ese nombre que Jesús le diera en preparación para aquella noche memorable, en la que le negaría por tres veces.

La segunda palabra utilizada en Mateo 16:18 es "PETRA", que significa el macizo rocoso masivo sobre el que se edificaban las casas. "Yo también te digo que tú eres Pedro [PETROS], y sobre esta roca [PETRA] edificaré mi iglesia". La roca [PETRA] sobre la que Cristo edificaría su iglesia es Cristo mismo, en correspondencia con la declaración que Pedro acababa de hacer: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (vers. 16). En Efesios 2:20 leemos: "Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal PIEDRA del ángulo Jesucristo mismo". El propio Pedro niega categóricamente ser la "PETRA" sobre la que Cristo habría de edificar su iglesia. Puedes leerlo en 1 Pedro 2:4-8. La Biblia identifica de forma consistente al propio Señor como a la Roca de nuestra salvación (Deut. 32:4; 2 Sam. 22:32; Sal. 18:31; 95:1; 1 Cor. 3:11).

Es necesario validar en la Palabra de Dios toda creencia, por popular que ésta sea. Pedro nunca fue "el sucesor" de Jesús, y aún menos su vicario. Poco después de que el Señor ascendió, envió a su Representante en esta tierra, de acuerdo con su promesa: "El Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan 14:26, ver también 16:7). El Espíritu Santo es el único Vicario del Hijo de Dios. Cualquier otro que lo pretenda, no lo es.

Tampoco fue transferido a Pedro el sacerdocio de Jesús, de no ser en el sentido en que todo creyente forma parte del sacerdocio. El propio Pedro así lo afirmó: "Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa..." (1 Ped. 2:9). Respecto al sacerdocio de Cristo, lo sigue ostentando él de forma singular y esplendorosa. Es su oficio principal en la actualidad, en aquel verdadero santuario celestial que levantó el Señor y no el hombre. Y "éste [Cristo], por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable" (Heb. 7:24), o como traduce más exactamente el Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español, "Más éste a causa de permanecer él hasta el siglo, INTRANSFERIBLE tiene el sacerdocio". Esa verdad es para ti, y para cada ser humano en el mundo, la mejor buena nueva imaginable. El mismo que dio su vida por ti, es ahora tu Sumo Sacerdote según un sacerdocio intransferible.

R.J.W.-L.B.