Querido amigo y amiga:

La cuestión se suscitó en un grupo de estudio de la Biblia. ¿Qué significa la frase: "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo"? El mundo parece muy lejos de estar reconciliado con Dios; se diría que está en abierta rebelión contra él (2 Cor. 5:19).

¡Es algo profundo! Si afirmamos que el mundo fue legalmente reconciliado por el sacrificio de Cristo en la cruz (fue su muerte la que reconcilió consigo al mundo, vers. 14 y 15), entonces se deriva la cuestión: ¿Qué significa estar legalmente reconciliado, siendo que en su experiencia el mundo sigue enemistado contra Dios?

(1) No hay duda relativa a que fuimos reconciliados, ya que "todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo" (vers. 18). "Os ha reconciliado en el cuerpo de su carne por medio de muerte" (Col. 1:21 y 22). "Siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo" (Rom. 5:10).

(2) Si el mundo fuera sincero y comprendiera lo que Cristo realizó, estaría hoy reconciliado, ya que la revelación de la justicia y el amor de Dios "en Cristo" fue completa. No quedó cuestión alguna sin resolver: el amor abnegado de Cristo se demostró de una magnitud tal, que "derramó su vida hasta la muerte" (Isa. 53:12), "se despojó a sí mismo" de la forma en que terminas de vaciar una botella cuando quieres que no quede nada en su interior (Fil. 2:7), experimentó "la muerte por todos" (Heb. 2:9), y de esa forma murió la "muerte segunda" (Apoc. 2:11; 20:14) en lugar del mundo entero. Debido a lo anterior, Dios podía estar reconciliando al mundo en Cristo, "no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados" (2 Cor. 5:19). Es el motivo por el que hace llover, salir el sol, etc, sobre todos. Si Dios les tomara en cuenta a los hombres sus pecados, hoy no habría nadie vivo, ya que la paga del pecado es la muerte eterna. Cristo tomó sobre sí nuestros pecados y nos imputó a cambio su justicia, a fin de que todos tengamos la oportunidad de recibirla con agradecimiento para vida eterna.

(3) Eso es suficiente para reconciliar a toda persona sincera que haya estado en rebeldía contra Dios (¡todos! Rom. 8:7). Se trata, por consiguiente, de una reconciliación objetiva ya realizada. El hecho está ahí, esperando que las almas sinceras lo vean y lo crean, resultando en ello reconciliadas de forma personal o subjetiva, y salvas para vida eterna.

(4) La reconciliación subjetiva tiene lugar como fruto de lo que leemos en el versículo siguiente, cuando tú y yo cumplimos nuestra tarea de ser embajadores, y "rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios" (2 Cor. 5:20). La reconciliación legal u objetiva, se vuelve subjetiva en el que acepta; cobra realidad en la experiencia de aquel que cree, y se basa en un hecho incontrovertible: la reconciliación ya efectuada por Dios en Cristo, cuando aún estábamos muertos en delitos y pecados (Efe. 2:1). Nunca olvides que eres embajador de nuevas tan buenas como esas.

R.J.W.-L.B.