Querido amigo y amiga:

Uno de los sagrados nombres de Jesús, el Hijo de Dios, es "la verdad" ("Yo soy el camino, la verdad y la vida", Juan 14:6). Si profesas creer en Jesucristo , como dice Juan 3:16, pero rechazas alguna verdad que el Espíritu Santo traiga a tu atención, estás negando tu profesión, y estás dando los pasos que harán finalmente que rechaces el santo "sello de Dios", para recibir en su lugar la "marca de la bestia". La prueba suprema llegará en la crisis final de la gran controversia cósmica entre Cristo y Satanás (Apoc. 7:1-4; 13:1-18). Nuestro Señor se llama a sí mismo "Dios de verdad" (Sal. 31:5). Él es el origen de toda verdad.

"Compra la verdad y no la vendas" (Prov. 23:23). Jesús no se habría auto-denominado "la Verdad" si fuera imposible para cada uno de nosotros el comprender la verdad. Dios ha prometido a todos: "¡Volveos a mi reprensión!, pues ciertamente yo derramaré mi Espíritu sobre vosotros y os haré saber mis palabras" (Prov. 1:23). La verdad, y un sincero corazón humano, fueron hechos el uno para el otro. "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres", es la promesa de Jesús (Juan 8:32). Libres, ¿de qué? Del yugo opresivo de Satanás, quien "es mentiroso y padre de mentira" (vers. 44). El pecado es siempre la devoción a una mentira; no puedes continuar en el pecado a menos que te aferres a alguna mentira, de igual manera en que no puedes creer "la verdad del evangelio" (Gál. 2:5 y 14) y seguir viviendo en pecado. A Dios gracias, se trata de una imposibilidad en ambos casos.

Cuando tenía 12 años comencé a descubrir lo que enseña la Biblia sobre la verdad del sábado, y puedo dar gracias a Dios por haberme dado las fuerzas para aceptarlo inmediatamente y para enfrentarme a la burla de mis compañeros de estudios. Siempre, desde entonces, el amado Señor me ha otorgado en su gran misericordia "el amor de la verdad" (2 Tes. 2:10). Me atengo a lo dicho por un joven estudioso de la Biblia, John N. Andrews, quien afirmó que cambiaría gustoso mil mentiras por una sola verdad. ¿Cómo piensas tú? No es demasiado tarde para hacer la elección. Hasta la más pequeña verdad bíblica está cargada de importancia eterna.

R.J.W.