Querido amigo y amiga:

¿Cómo podemos distinguir entre el genuino mensaje de "Elías" enviado por Dios, y la sutil falsificación del mismo? Cuando Dios cumpla su promesa de enviar "al profeta Elías antes que venga el día de Jehová, grande y terrible" (Mal. 4:5), habrá evidencias muy certeras:

(1) El mensaje será tan impopular como lo fue el propio Elías en su tiempo. Las nuevas de lo dicho por Elías al rey Acab en cuanto a que no habría lluvia volaron por todo el reino, con la rapidez con que lo hacen hoy las noticias en la web. Muchos, cerca y lejos, lo condenarán, lo que no impedirá que el mensaje llegue "cerca y lejos".

(2) El mensaje resultará decididamente incómodo para quienes aman el pecado y la mundanalidad, ya que estará inspirado por un Visitante, el Espíritu Santo, cuya primera obra consiste en convencer de pecado.

(3) El mensaje de Elías proclamará plena libertad religiosa. A quienes en Israel estaban deseosos de adorar a Baal, Elías les dio la gran oportunidad. Arriesgando su vida en el monte Carmelo, invitó a los 450 profetas de Baal a que actuaran a su albedrío ante todos. Les concedió todas y cada una de las facilidades al alcance de los medios en sus días. Se trató de una demostración plena de adoración a Baal, libre de impedimentos u obstáculos. Se deduce que en estos últimos días, el Cristo verdadero concederá plena libertad a "Baal" para que se exprese públicamente, con sus presupuestos millonarios. Permitirá que el pueblo tenga una ración abundante, hasta hartarse. No sería exagerado esperar una proporción cercana a 450 contra uno. Tal como sucedió en el Carmelo, al romper la tempestad en la exhibición final, multitudes de entre los que habíamos creído verdaderos discípulos, vendrán a ser como hojas secas de otoño. Ocurrió una experiencia similar en los días de Jesús, cuando "muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él" (Juan 6:66).

(4) "Elías" traerá un mensaje positivo, tal como hizo en el monte Carmelo. No malgastó su precioso tiempo luchando contra la adoración a Baal, sino que restauró el altar semidestruido del Dios verdadero, y convocó al pueblo a que viera lo que sucede cuando se restaura la auténtica adoración a Dios.

(5) ¿El fruto del mensaje de Elías? Un arrepentimiento nacional: "Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ‘¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!’" (1 Rey. 18:39). Tal como sucedió en el cumplimiento de Juan Bautista del mensaje de Elías, el mensaje dado "antes que venga el día de Jehová, grande y terrible", tendrá por resultado "preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Luc. 1:17). Por toda evidencia, el "mensaje del tercer ángel en verdad" (Apoc. 14:1-12) y el "mensaje de Elías", tendrán un mismo significado: el arrepentimiento del "cuerpo de Cristo".

R.J.W.