Querido amigo y amiga:

Han de cumplirse todas y cada una de las maravillosas promesas que Jesús hizo antes de su muerte, y no hay duda alguna de que así sucederá. Hay una GRAN promesa que está aún pendiente de cumplimiento, y muchos cristianos parecerían aceptar que nunca va a cumplirse.

¡No es así! La victoria de Cristo será completa, y no fallará ni una sola de sus promesas, incluida esta tan especial a la que nos referimos, la que encontramos en Juan 16:13: "Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad". Solemos pensar del Espíritu Santo que es capaz de proporcionarnos sensaciones agradables y felices, y también que es capaz de conferir gran poder a la testificación, dando por resultado conversiones y bautismos masivos. Pero nos parece que comprender "toda la verdad" tiene una importancia menor. Es increíble, puesto que la Biblia se refiere al menos en unas 200 ocasiones, y de la forma más enfática, a la importancia de la verdad.

En nuestra vida cotidiana, los jurados, los tribunales, los jueces, buscan incesantemente conocer la verdad de los asuntos sobre los que deben decidir. Tanta importancia tiene la verdad concerniente a los asuntos eternos, que Jesús afirmó que "la verdad os hará libres" (8:32). Junto a la promesa de que el Espíritu Santo nos guiaría a toda la verdad, Jesús nos aseguró: "os hará saber las cosas que habrán de venir". Se trata de un vocabulario muy similar al empleado en el libro de Apocalipsis: "La revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto" (1:1). Apocalipsis contiene el cumplimiento de la promesa de Jesús, a pesar de lo cual los cristianos van en diferentes direcciones, en lo que a la comprensión del mensaje de Apocalipsis se refiere.

La misma confusión existe en relación con el mensaje profético de Daniel; no obstante, Dios dijo al ángel: "Gabriel, enseña a este la visión", y posteriormente le declaró: "Ahora yo te mostraré la verdad" (8:16; 11:2). Pablo se refirió a su mensaje como a "la verdad del evangelio" (Gál. 2:5). ¡Lo cierto es que hay tanta disparidad en la comprensión del evangelio, como en la de Daniel y Apocalipsis!

¿Qué puede traer la necesaria unidad y claridad de comprensión de la verdad en sus diversos aspectos? Cuando el poderoso cuarto ángel de Apocalipsis 18:1-4 comience a alumbrar la tierra con la gloria del Señor, el mensaje que llame a toda persona sincera a salir de Babilonia, habrá de ser un mensaje de verdad pura, libre de toda adulteración. Oramos diariamente por el derramamiento del Espíritu Santo. Una excelente situación para comenzar a encontrar la respuesta a esa oración, es la del que se dedica al estudio sincero, honesto y humilde de la Biblia, de forma que no sea ninguna "mayoría" humana la que decida cuál es la verdad en esas áreas esenciales y controvertidas, sino el propio libro inspirado (¡por el Espíritu Santo, o "Espíritu de verdad"!).

La promesa de Jesús no es: ‘El Espíritu de verdad PROCURARÁ guiaros a toda la verdad’, ni tampoco ‘quisiera guiaros a toda la verdad’. No. Jesús prometió que LO HARÍA. Tan ciertamente como que estás leyendo esto, el Espíritu Santo está por la labor de guiarnos a toda la verdad, de forma que alcancemos la amante unidad en la fe de Jesucristo. ¡Prestémosle oído!

R.J.W.