Querido amigo y amiga:

De alguna forma, esta migaja de "pan" estará llegando demasiado tarde para aquellos que prestan especial atención al mensaje de los últimos días (en el sentido de que alude a hechos que sucedieron ya). Pero no lo "archives" en la papelera. Si estás vivo espiritualmente, vas a estar estudiando ese mensaje hasta el último día en esta tierra.

Jesús dice algo extraño en Apocalipsis 3:20, que llama poderosamente nuestra atención: "Yo estoy a la puerta y llamo". Está citando el Antiguo Testamento, pero no según el texto hebreo. Decidió ahí emplear la traducción griega, y es un hecho muy significativo.

La cita de Jesús está en el libro de los Cantares de Salomón, capítulo 5, versículo 2. La antigua traducción griega del Antiguo Testamento (conocida como LXX, o Septuaginta) contiene tres palabras que no figuran en la versión hebrea: "a la puerta" (epi then thuran). ¿Por qué esa minúscula pero tectónica elección, de parte de su divino Autor? ¿Por qué citó de la versión griega? Jesús se presenta aquí como el divino y chasqueado Amante que regresa de un largo y penoso viaje, para reunirse con su amada. Es de noche; hace frío; está lloviendo; tiene hambre; sufre de soledad, la quiere a ella. Pero por toda apariencia, ella no lo quiere a él, quien resulta chasqueado.

Desde el frío de afuera, declara estar llamando y llamando "a la puerta". La que es objeto de su amor acaba de acostarse, está en esa franja que separa el pensar del soñar. Entonces lo oye llamar (es posible que no entiendas eso, a menos que sepas cómo es la vida en una cabaña de barro, con el suelo formado por excrementos de vaca desecados, situación que se da aún en el África pobre). Esa llamada la incomoda. ¿Por qué molestarla a esa hora, por qué disturbar su precaria comodidad? ¿Ha de levantarse de la cama y volver a ensuciar sus pies en aquel tosco pavimento? Cuando por fin deja de pensar en su propia y egoísta conveniencia, para considerar al que llama desde afuera, resulta ser demasiado tarde: Cansado de esperar y esperar, el Amado se ha ido. (Sí, hay evidencia de que Jesús y los ángeles se cansan de esperar).

Hace cientos de años, unos pocos estudiosos en Europa descubrieron la relación entre el mensaje a Laodicea y el libro de Cantares. ¿Seguimos sin conocerla? ¡Se trata de una historia de amor! Nos lleva al capítulo 19 de Apocalipsis, donde el por tanto tiempo chasqueado Esposo, encuentra por fin a su esposa en el estado de preparación de la que él "es digno" (vers. 7-9).

R.J.W.-L.B.

 

Te ofrecemos, del mismo autor de ‘Migajas de Vida’, un librito que tiene por objeto el éxito de tu propia historia de amor. Descárgalo gratuitamente aquí.