Querido amigo y amiga:

Supón que todo el mundo (o simplemente tu mundo) te condena por creer aquello que ves en la Biblia. Imagina que tus convicciones acerca de la verdad te obligan a permanecer totalmente solo. Por ejemplo: tienes la plena convicción de que dos y dos suman cuatro, mientras que a tu alrededor todos sostienen que no, que suman cinco. ¿Tienes la fuerza moral para mantenerte firme, sin supeditar tu idea de la verdad al criterio de la mayoría, que la mayoría de las veces no tiene otra base más que el hecho de ser creencia popular?

(1) Tu primera oración a Dios será: "Señor, sálvame del desequilibrio, del fanatismo". Si eres el único en ver algo de una determinada forma, el sentido común debe hacerte extremadamente precavido, aconsejándote poner a prueba una y otra vez tus argumentos. Serás cuidadoso, humilde, y no cesarás de estudiar y perseverar en la oración. John F. Kennedy afirmó que es probablemente más fácil mantenerse solo por las convicciones políticas en un senado o congreso que en una iglesia, ante un asunto religioso.

(2) Si es realmente cierto que te mantienes por Jesús, tu firmeza no impedirá que seas paciente, amable y cortés como lo fue él, y someterás tus convicciones a su dirección. Recordarás que no existe una cosa tal como la verdad, excepto en el amor (Efe. 4:15).Tu simpatía irá especialmente dirigida hacia quienes creen en lo que la Biblia afirma: "La seguridad está en los muchos consejeros" (Prov. 11:14; 15:22; 24:6). Incluso aún si te vieras condenado y ridiculizado por causa de la verdad, la gracia de Cristo te mantendrá en una disposición amable y benevolente en medio de la contención. ¿Por qué y cómo? Porque estás en comunión con Uno que fue "despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos" (Isa. 53:3). Si personas a tu alrededor están escondiendo su rostro de ti despectivamente, estás en la privilegiada situación de poder comprender hasta dónde llevó a tu Salvador ese amor ágape que no pueden expresar las palabras.

(3) No es posible que leas con sinceridad la Biblia sin darte cuenta de que se aproxima un tiempo de prueba extrema, cuando toda persona será enfrentada con lo que Apocalipsis llama "la marca de la bestia". La alternativa será recibir "el sello de Dios", y se tratará de algo inmensamente impopular (Apoc. 13:11-17). Una de las evidencias más seguras de que el Señor te quiere, es que permite que ahora te encuentres en situaciones en las que tu conciencia te impele a permanecer solo por la verdad. El Espíritu Santo te está preparando para la gran prueba que se avecina. Las dificultades de hoy te preparan para mañana, si es que la gracia de Dios te mantiene amable y cortés ante la dificultad.

R.J.W.