Querido amigo y amiga:

Una de las verdades básicas de la Biblia es hoy objeto de especial oposición. Existe incluso una versión sutil de esa oposición, que gana adeptos entre profesos cristianos. Afecta a la enseñanza bíblica sobre la segunda venida de Jesús.

Ni un solo "santo" que haya pasado al descanso de la primera muerte entrará jamás al cielo, excepto por el camino de la "primera resurrección" (Apocalipsis 20:5 y 6). Puede que te sorprenda, pero la Biblia no enseña que nadie vaya al cielo cuando muere. Por el contrario, 1ª de Tesalonicenses 4:15-17 presenta a los que murieron "en Cristo" como "descansando" en él. Y su resurrección no puede tener lugar hasta que Jesús regrese, ya que sólo él es la resurrección y la vida (Juan 11:25). Por lo tanto, todos los que han muerto creyendo en Jesús, en los pasados 6.000 años, están, por así decirlo, prisioneros en sus tumbas hasta que él venga por segunda vez.

Pero Jesús no puede regresar hasta tener un pueblo preparado. Mientras el interior de sus corazones albergue pecado, incluso pecado del que no sean conscientes, no tienen otra posibilidad, excepto ser destruidos "con el resplandor de su venida" (2 Tes. 1 y 2). Prueba a activar el microondas con una cuchara metálica en su interior, y ¡verás lo que sucede!

‘Jamás podré ser limpio de todo pecado, conocido o desconocido’, dicen o piensan muchos. Y esa es precisamente la forma sutil en la que se oponen a la segunda venida de Cristo.

Sin embargo la Biblia no nos autoriza un pesimismo tal. Declara llanamente que Dios tendrá éxito en preparar a un pueblo para el regreso de Cristo. Y no se tratará de unos pocos y solitarios esparcidos por aquí y por allí, sino de los "144.000...que siguen al Cordero por dondequiera que va... en sus bocas no fue hallada mentira... son sin mancha delante del trono de Dios" (Apoc. 14:3-5). Ese cuerpo unido y coordinado de creyentes constituirá la "mies madura" para la siega. Y esa situación es la que permite al ángel dar la indicación: "¡Mete tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura!" (vers. 14-16).

Desgraciadamente, esa verdad bíblica es rechazada y ridiculizada por algunos, como la herejía del "perfeccionismo". Apocalipsis 16:15 dice: "Yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestiduras..." El Espíritu Santo está obrando día y noche. Está obrando ahora mismo en todo el mundo, cumpliendo esa tarea que algunos ridiculizan como "imposible". Y en cierto sentido no es que carezcan de razón, porque al fin y al cabo, ¿qué podría hacer más difícil el ser limpio de todo pecado, sino precisamente el obstinarse en la idea de que eso es imposible?

R.J.W.-L.B.