Muy Buenas Nuevas


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Nos sentimos compañeros tuyos en el viaje de esta vida, tenemos la convicción de formar parte contigo de una misma gran familia, y nos alegra compartir con todos las Buenas Nuevas que han traído significado, alegría y esperanza a nuestras vidas.

El continuo descubrimiento de la "perla de gran precio", que es Cristo en la Biblia, no ha significado para nosotros ningún tipo de experiencia de éxtasis, o vivencia supersticiosa y sentimental. Tampoco nos ha impulsado a ningún tipo de reclusión monástica u otra forma de aislamiento de los desafíos reales que la vida trae y lleva. Por el contrario, nos infunde valor y ánimo para enfrentar los problemas y avatares cotidianos y prácticos que a todos afectan, y nos ha abierto los horizontes más infinitos que quepa imaginar, estimulándonos a desarrollar nuestras capacidades en lo posible, a fin de ser útiles a otros. Nos hace sentir deudores para con todos, y nos llena de comprensión y simpatía hacia los demás.

Descubrir a Cristo en la Biblia, al auténtico Cristo que vive hoy, el que está buscando a cada uno de nosotros, el que prometió que volvería en breve, nos ha supuesto las mayores satisfacciones, y ha calmado y colmado de tal manera el hambre y la sed de nuestra alma, que las cosas que suelen encadenar al ser humano y que siendo inútiles y hasta perjudiciales, se convierten en imprescindibles para muchos, han dejado de serlo para nosotros, permitiéndonos apreciar más plena y libremente los aspectos bellos y atractivos de la vida. El saberse adoptado, querido y protegido por el Dios de amor infinito, no deja ningún resquicio para la inquietud y la infelicidad.

No es el saber, la posesión, ni la influencia los que pueden satisfacer las necesidades íntimas del ser humano. Dios mismo las puso en nosotros, y sólo Cristo puede colmarlas.

Si en estas páginas podemos traerte el consuelo, el ánimo y la paz procedentes de nuestro Padre amante celestial, estaremos más que satisfechos.

Tus amigos y hermanos en Cristo, Luis y Josiane.