Querido amigo y amiga:

¿Crees que tu corazón no tiene ningún problema con el odio? ¿Amas a todos? ¡Está bien! Pero quizá se deba a que nadie hasta ahora ha quemado tu casa, asesinado a tu padre, marido, hermanos o hijos, y te ha expulsado de "tu tierra". De haber sufrido infamias como esas, ¿estás seguro de que no albergarías la amargura y el odio contra "ellos"? ¿A quién te parecerías entonces?, ¿a Jesús, quien "no abrió su boca" y pidió perdón para sus asesinos, o al Vesubio en erupción?

Supón que hubieses crecido oyendo los relatos de las atrocidades cometidas contra tus antepasados por el grupo étnico opuesto. ¿Sería fácil amarlo? Nadie cree de veras que más bombas hayan de solucionar el problema secular del odio y afán de venganza. Cuando el amante Padre celestial de nuestro Señor Jesucristo contempla el escenario en los Balcanes, ¿qué crees que está deseoso de hacer? ¿Enviar más bombarderos "invisibles" y B-52 sobre el cielo de Yugoslavia? No. Está deseoso ciertamente de enviar a alguien volando por en medio del cielo: a tres ángeles con un mensaje.

Sí, de hecho a cuatro ángeles. Los encontramos en Apocalipsis 14: "Vi a otro ángel que volaba por el cielo, con el evangelio eterno para predicarlo a los que habitan en la tierra" ¡Incluye a Yugoslavia!... "Un segundo ángel lo siguió"... "Y el tercer ángel los siguió"... (vers. 6 al 9). Esos tres ángeles han hecho todo esfuerzo posible para enviar, no bombas, sino un mensaje de reconciliación (expiación en el vocabulario bíblico). Pero algo parece no haber funcionado. De los 1,3 millones de habitantes de Kosovo, parece que sólo una ínfima parte ha tenido noticias de esa misión especial, o de lo que implica. De manera que el amante Padre celestial quiere continuar con insistencia, y en Apocalipsis 18 vemos cómo Dios envía aún "otro" ángel con buenas nuevas.

Ese cuarto ángel desciende "del cielo con gran poder", de forma que "la tierra [también Yugoslavia, también Kosovo] fue iluminada con su gloria" (vers. 1 y 2). ¿Hay poder milagroso en ese mensaje de misericordia, capaz de sanar las heridas que han estado sangrando durante medio milenio, capaz de sanar el odio transmitido por generaciones? La respuesta ha de ser SÍ ; de lo contrario, no hay esperanza para ninguno de nosotros. El "tercer ángel en verdad" tiene que ver con la expiación de Cristo, con verdad evangélica reconciliadora; ninguna otra cosa puede sanar los Balcanes, ni los volcanes de nuestro corazón. Dejemos de felicitarnos por nuestros logros y procedamos a arrepentirnos por nuestro autoengaño. Buenas nuevas de gran gozo esperan a todo el que así haga.

R.J.W.